Malestar en los clubes caroyenses por el rechazo a un protocolo de "running" en sus instalaciones

Coronavirus 26 de junio de 2020 Por Ariel Roggio
Las instituciones ofrecieron sus predios al aire libre para que los socios puedan hacer las actividades físicas permitidas: correr, trotar, caminar o andar en bici. La propuesta pretendía reactivar el trabajo de atletas y que vuelvan a pagar la cuota.
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El "running" solo se puede en las calles.

Ese es el criterio que usó el COE para rechazar un protocolo armado por los clubes caroyenses que pretendía  adaptar sus instalaciones para las actividades físicas actualmente permitidas: correr, trotar, caminar o andar en bicicleta.

Mientras en la calle cualquier persona puede hacerlo, las comisiones directivas de las instituciones locales ofrecieron sus predios para "reactivar" el trabajo de sus atletas bajo un estricto control y haciendo solo lo autorizado.

El protocolo proponía grupos de 10 personas, coordinados por un profesor, monitoreados al ingresar con termómetro digital y bajo planilla de asistencia para que no se “crucen” con otro grupo.

Hay clubes con solo una cancha de fútbol para adaptarse a esta idea, pero otros que tienen predios más grandes, como el Bochas Sport y el Deportivo Colón, que fueron los que más gestionaron la propuesta y los más decepcionados por la negativa de hoy.

"Era solo “running”, respetando distanciamiento. Sin pelotas, ni conos. Llegar, correr y volver a casa. Era una oportunidad para reactivar el trabajo físico de nuestros socios y generar ingresos en los clubes, que desde hace tres meses dependemos de un subsidio, de promesas de ayuda estatal o de la buena voluntad de quienes pueden pagar la cuota mensual", publicó el Bochas en su cuenta de Facebook.

Los dirigentes sostienen que no hay argumento para rechazar el protocolo y mucho menos después de varias reuniones en las que, supuestamente, tenían un inminente "sí".

En el caso del Deportivo Colón, esa expectativa generada en los últimos días los había hecho encargar los termómetros digitales que se necesitarían.

Pero finalmente fue un "no" y la decisión causó enojo.

Sin ingresos, los clubes deberán seguir  pagando sueldos de profesores que no pueden ni siquiera dirigir a un grupo que corra alrededor de una cancha.

Ariel Roggio

Periodista

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