Las veredas de la ciudad volvieron a estar en el foco del conflicto esta semana.
Una mujer denunció que se cayó y se golpeó la rodilla a la altura del 1600 de la Av. San Martín al pisar mal.
Coincidencia o no, tres días antes, el Consejo del Adulto Mayor le pidió al Intendente Gustavo Brandán que empiece a ordenar la construcción de veredas uniformes.
Actualmente, la Avenida tiene muchos obstáculos, cambios de nivel, senderos que se están deteriorando y poca inversión.
El resto de las calles urbanas no están aptas para caminar y la mayoría opta por transitar por el cordón banquina.
Para quienes deben movilizarse en silla de ruedas, las calles y veredas caroyenses son un grave problema.
¿Qué dice la Ordenanza 1788 de Planeamiento Urbano sobre el tema?
Todo propietario, poseedor o tenedor a título oneroso o gratuito, está obligado a construir y conservar las veredas en sus terrenos cuyos frentes den a calles públicas, siempre y cuando se cuente con nivel definitivo dado por el cordón banquina.
Donde no se cuente con nivel definitivo, la zona destinada a vereda, debe acondicionarse a un nivel de no más de 20 cm. (veinte centímetros) por encima de la calzada.
Quienes construyan, tienen que solicitar la correspondiente autorización ante la Secretaría de Obras Públicas y Privadas.
Si el propietario no hubiera comenzado con los trabajos de construcción de la vereda, la municipalidad puede licitar su construcción con cargo para aquel, ya fuera por unidad, por grupos o zonas. Una vez efectuados los trabajos, el Ejecutivo arbitrará los medios para el cobro de los trabajos.
En todos los casos, los pisos deben ser de material antideslizante, con juntas normales y paralelas al cordón de la vereda.
Loseta granítica tipo vainilla, panes o similar, de color gris plomo para Avenida San Martín y en edificios institucionales.
Mosaicos calcáreos, antideslizantes, en tonos pasteles no saturados para el resto de la ciudad.
Bajo ningún concepto se permite la ejecución de pendientes bruscas, escalones o salientes que dificulten el tránsito peatonal o constituyan un peligro para los transeúntes.
En todos los casos la vereda debe mantenerse en perfectas condiciones de transitabilidad e higiene, libre de malezas y obstrucciones.
