Después del Festival, el intendente Gabriel Frizza habló sobre la seguridad en inmediaciones al Anfiteatro José Hernández.

Aseguró que “hubo problemas de distintos tipos, sobre todo, peleas callejeras que han preocupado porque el Festival es una fiesta familiar”.

Sin embargo, sostuvo que esos disturbios no se evitan con mayor presencia policial. “Donde había mucha presencia de policías lo mismo ocurría”.

A raíz de la violencia callejera que se desató durante las noches de enero, Frizza fue contundente y dijo que no deberían habilitarse más boliches como los que vienen funcionando los últimos años en zonas aledañas al anfiteatro. “Posiblemente tengamos que volver al esquema de peñas y todos los locales deberían cerrar a la hora que termina el Festival”.

Con estas declaraciones, el intendente deslizó la posibilidad de que no se autoricen más locales bailables durante la fiesta gaucha.