El taller Protegido Corazones Unidos realizó su fiesta de fin de año con balances positivos gracias a la colaboración y el aporte de decenas de personas e instituciones.

La entidad reúne a personas con discapacidad que trabajan diariamente en la elaboración y venta de productos comestibles. A lo largo del año, realizaron distintos eventos para solventar los gastos del funcionamiento y plantel profesional del taller. 

Es por eso que, el acto de cierre tuvo como eje central el reconocimiento a la gente que se involucró y de alguna manera colaboró con la institución. 

Hace meses, el Sindicato de Luz y Fuerza les hizo entrega de una heladera. Por su parte, la cooperadora del colegio Seminario Menor, donó una computadora, un equipo de música, un aire acondicionado y esta noche efectivizaron la entrega de un cheque por 5 mil pesos, que le servirá a la institución para adquirir una batidora. El total del aporte es de 33 mil pesos. 

Para Nelbi Tottis, presidenta de la comisión, esas donaciones significan una gran ayuda para el taller, aunque siguen sin poder solventar los sueldos de las profesionales que se requieren.