"La jineteada es como el Dakar"

Festival 2024 26 de enero de 2020 Por Ariel Roggio
El otro jinete accidentado en Jesús María en la noche del sábado 18, Francisco Haacker (22) sigue sin recordar nada de lo que pasó, pero ya está bien. Habló sobre los elementos de protección y quiere clasificar para estar en la próxima edición.
haacker

Nota y Foto: www.losandes.com.ar

Francisco Haacker (22), uno de los jinetes accidentados en el último Festival de Jesús María, dio una extensa entrevista al Diario Los Andes de Mendoza y contó que no recuerda nada de lo que pasó, ni de la previa a su caída del caballo, ni del momento en que la cabeza del equino golpeó contra su maxilar y lo noqueó. 

Tampoco tiene recuerdos del golpe seco de nuca contra el suelo del campo del Anfiteatro.

 “Lo primero que vi fue todo blanco, después vi algunas enfermeras y no entendía nada. Hasta que entraron el muchacho que había viajado conmigo y los otros integrantes de la delegación. Ahí los reconocí y ellos me dijeron que ya era lunes, que me quedara tranquilo, que ya estaba bien y que ellos estaban conmigo”, destacó.

Haacker se convirtió en el tercer accidentado del tradicional festival de esa localidad cordobesa y, aunque estuvo más de 24 horas prácticamente dormido, la sacó barata. “Me gustaría estar de nuevo en Jesús María y voy a hacer todo para clasificar y participar el año que viene, si Dios quiere. Mi sueño era llegar, es como para un futbolista poder jugar un mundial”, contó.

Se refirió a los elementos de protección: “Me parece que sería muy bueno usar casco y otros elementos de seguridad en las jineteadas. En algunos lugares de Buenos Aires ya se están usando, y también chalecos. Y en Jesús María dicen que el año que viene lo van a hacer obligatorio”, resumió. 

Es como el Dakar: los participantes nunca saben qué va a pasar y están expuestos a los accidentes”, reflexionó.

La noche del sábado 18, cuando también se lesionó Leonardo Trevissán, fue trasladado a la clínica, donde le diagnosticaron traumatismo encéfalo craneal y traumatismo cerrado de tórax. Entonces no recordaba lo que había ocurrido, ni reconocía a sus compañeros de delegación ni familiares. De hecho, Haacker sigue sin recordar nada de eso.

Recién el martes al mediodía recibió el alta médica y emprendió el regreso a su casa. “Recuperé los recuerdos de todo, de lo que pasó antes de esa noche. Pero del momento en que estaba jineteando, sigo sin recordar nada”, acotó.

Lejos de amedrentarse, Haacker tiene una meta más que clara: participar en 2021 de su segundo Jesús María. “Nunca pensé que iba a llegar, pero es el sueño de todo jinete. Y participar te pone piel de gallina, porque además hay un hermoso compañerismo. Ahora tengo que prepararme para los campeonatos de doma en Mendoza y en San Juan, ya que hay que clasificar. Y van cuatro jinetes por provincia”, concluyó entusiasmado.

Ariel Roggio

Periodista

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