Más de dos horas de trabajo le llevó a los Bomberos Voluntarios de Jesús María controlar el fuego que destruyó casi por completo la propiedad donde viven la familia Gutierrez y otras más, en calle 64 Norte, entre la calle 40 y la 96.

En el lugar viven más de 10 familias y hay 32 personas menores de 15 años. 

En una de las habitaciones centrales, donde el techo era de tejas con tirantes de madera, se inició el fuego.

Aparentemente, se originó a las 15, cuando un niño jugaba con un encendedor al lado de la cama.

Inmediatamente las llamas se propagaron al resto de la propiedad, quemando absolutamente todo.

Milagrosamente no hubo heridos ni personas afectadas por la inhalación del humo, aunque dos horas después del incendio la ambulancia debió llegar al lugar para asistir a un joven que fue uno de los primeros que se metió al lugar para salvar a las criaturas.

En la zona central del fuego el techo se derrumbó . En los alrededores quedó con riesgo de derrumbe. 

"La estructura quedó inhabitable", dijeron desde Bomberos y Defensa Civil.

La Subsecretaría de Desarrollo Social, a cargo de Marcela Luque, estuvo con trabajadoras sociales en el lugar ofreciendo un club como centro de evacuación, pero nadie aceptó. 

Algunos pasarán la noche en otras viviendas y la mayoría decidió quedarse en las primeras habitaciones que no sufrieron daños, pese al insoportable olor a quemado que hay.

Defensa Civil valló el lugar y pidió que nadie entre. "Cuando las paredes y los tirantes se enfríen hay riesgo que todo colapse", le advirtieron al dueño, Raúl Gutierrez.

El hombre pidió ayuda de la comunidad para los niños, que perdieron ropa y zapatillas.