Como empoderar a las infancias y prevenir abusos
Cuando hablamos de prevención nos referimos a cómo evitar que algo suceda, a anticiparnos de alguna manera.
En el caso de la prevención contra el abuso sexual infantil, estamos haciendo alusión a la posibilidad de empoderar a los niños, niñas y adolescentes para defenderse de posibles invasiones a su intimidad, lo cual vulnera su integridad como ser humano.
Es posible brindar herramientas para que ellos y ellas puedan comprender la gravedad del asunto y puedan “parar” o intentar hacerlo, como también sientan que pueden contarlo para que alguien los ayude y de esta manera terminar con este episodio tan denigrante, doloroso y delictivo.
Sabemos de antemano que el abusador utiliza la coerción para callar a la víctima y sabe de su impunidad porque cuenta con la confianza de la familia, el temor y la vergüenza del niño o niña.
La responsabilidad y el cuidado de las infancias nos corresponde a los adultos, y nuestra tarea es y será EMPODERARLOS.
Como ya lo dijimos, los niños y niñas están en una postura vulnerable y no pueden impedir el hecho por más que le digamos “no dejes que nadie te toque”.
Sin embargo, el tocamiento es solo una manera de abuso sexual infantil.
Existen otras maneras de abusar de un menor y desde temprana edad deben saberlo, sin llevarlos al terreno del pánico.
Hay que explicarles las situaciones que no están bien que sucedan aunque estas sean provocadas por una persona muy conocida o del entorno familiar.
Estas son algunas de las herramientas que serán necesarias para que puedan protegerse:
1- Enséñales el nombre correcto de los genitales: vulva, vagina, pene, testículos, ano.
De esta manera podrán hablar con naturalidad de sus partes del cuerpo igual que si hablarían de sus piernas, sus brazos, etc.
Sucede que a veces quieren contar lo que les sucedió y no pueden nombrar las partes específicas porque se confunden o las malinterpretan.
¡Basta de nombrar los genitales como “la cosita”, “el chocho”, “la galletita”, “el pajarito”.
2 - Elimina chantajes, castigos y premios en la educación de tus hijos e hijas. Una de las estrategias del abusador es la amenaza. Si este lenguaje o costumbre de “chantajes” es extraño en esa edad, le será más difícil convencerlos.
Si el abusador dice: “si le contás a tus padres te van a pegar”, pero en casa esta situación nunca sucede, el niño no le creerá.
3 - Respeta sus “NO”. Cuando se les has enseñado que su “No” es tenido en cuenta, es más fácil y posible que este se empodere y diga “No” aunque se encuentre en una situación vulnerable.
Si te dice “NO más cosquillas”, pará.
Si te dice o te demuestra que le incomoda esa caricia, pará.
Si no quiere más comida, pará.
4 - Pedile permiso para tocar su cuerpo. Avisales cuando lo estés por cambiar de sea pañales o de ropa. El niño y niña deben dar su consentimiento.
5 - Explicales con vocabulario acorde a su edad y con ejemplos lo que significa el “consentimiento” y lo que significa “incomodidad”.
6 - Explícales qué es un secreto bueno y cuál no lo es.
7 - Enséñales a bañarse y vestirse en soledad, sin forzar sus ritmos. Mientras antes sepan hacerlo, menos dependerán de los adultos.
8 - Crea siempre un clima de confianza, abriendo el dialogo, pregúntale de sus emociones y por cómo se siente.
Si cuando nos cuentan cosas los retamos o los castigamos, ellos no podrán contar lo que les pasa porque temerán el castigo.
Debemos crear un buena conexión emocional para que confíen en los adultos y puedan hablar sin temor de lo que sienten y lo que les está sucediendo.
9 - No le digas que si alguien le hace daño, podrías “matar a esa persona” –“si alguien te toca, lo mato”, pues no te contara por temor a que lo hagas.
10 - Decile que si en algún momento pasa algo que genere incomodidad, le haga sentir vergüenza o haya vivido algo desagradable, puede contarte cuando esté preparado/a para hacerlo y que tú estarás siempre.
La víctima de abuso sufre un shock emocional y difícilmente pueda comunicarlo de inmediato. Dale su tiempo
11 - Cuida a tu hijo y a tu hija.
El 92 por ciento de los abusadores son personas de la familia o del entorno más cercano
Cuando te diga que no quiere estar con tal persona, escuchá, creele y dale protección, no importa quién sea o que opinión tengas vos de esta persona.
Si te está diciendo que “NO quiere”, no le obligues.
Valeria Cargnelutti
Profesora en Nivel Inicial y EGB
Tallerista y Asesora en Educación Sexual Integral