El 29 de junio se encenderá el Pignarûl en Colonia Caroya

Colonia Caroya El viernes Por Ariel Roggio
Será la 20º Fogata de San Pedro y San Pablo organizada por el grupo Ducj Insieme desde que se recuperó la tradición en 2003. El sábado 29 de junio habrá gastronomía para compartir, música en vivo y encuentro familiar en el Parque Bernardo Hughes.

Pignarûl (6)

Colonia Caroya encenderá el sábado 29 de junio la Fogata de San Pedro y San Pablo y será en el marco de la tradicional celebración popular traída por los inmigrantes en la que centenares de personas “queman lo viejo y empiezan de nuevo”.

La fiesta del Pignarûl (fogata, en friulano) se realizará en el Parque “Bernardo Hughes”, predio ubicado frente al Cementerio Municipal, en calle Vicente Agüero Norte, a 1500 metros de Av. San Martín. 

Comenzará a las 20:00 y se extenderá hasta la medianoche.

Es organizada por el grupo “Ducj Insieme”, la Parroquia Nuestra Señora del Monserrat, la Asociación ERAPLE y la Municipalidad de Colonia Caroya.

El evento tendrá música en vivo y el ritual del encendido. 

Luego, los más chicos serán protagonistas de diferentes juegos y actividades, mientras los grandes compartirán el Vin Brulet (vino caliente) y Tía María artesanal.

Además habrá pururú, galletas de novios, batatas al rescoldo y chocolate preparado por Gendarmería Nacional.

La entrada es totalmente libre y gratuita y la gastronomía mencionada se compartirá sin costo para los presentes hasta que no quede nada.

Además habrá buffets de venta de comida y bebida. 

La historia del “Pignarûl”.

Cada 6 de enero se conmemora el Día de la Epifanía (Día de Reyes Magos) en la Región Friuli-Venezia Giulia (Italia), que  recuerda la atmósfera de las leyendas cuya tradición está muy arraigada en el pasado. 

El protagonista es el fuego, que se manifiesta en típicas fogatas llamadas “pignarûl”.

El rito recuerda las antiguas creencias, según la cual las hogueras eran actos de purificación y de buen augurio para el nuevo año.

También se aprovechaba el Pignarûl para pedirles a los dioses que no sean abandonados en las crudezas del invierno y que la primavera resurja la existencia del hombre.

El rito permaneció intacto con la celebración en la víspera de la Epifanía, siendo la llama un símbolo de esperanza y fuerza para quemar las viejas cosas.

Pero también era una señal de presagio para anticipar el comienzo del año: la dirección de las chispas era vista como un vaticinio para el futuro.

Hay un proverbio friulano que da cuenta de esto: “Se il fum al va a soreli a mont, cjape il sac e va pal mont; se il fum invezit al va de bande di soreli jevât, cjape il sac e va al marcjât” (“Si el humo va al Oeste, tome el bolso y vaya por el mundo; si el humo va al Este, tome el bolso y vaya al mercado”). 

En cambio, si iba al Norte, significaba que iba a haber poca producción; y si el humo se dirigía al Sur, ordenaba ir a comprar harina y pan.

Así, los friulanos sabían si el año era negativo y se hacía necesario emigrar; o si presagiaba un buen año para trabajar y poder comprar.

Con la llegada de los inmigrantes friulanos a Colonia Caroya, la fogata se comenzó a encender el 29 de junio, el Día de San Pedro y San Pablo, el primer Papa y el gran Apóstol de los Gentiles, respectivamente.

Después de varios años de haberse perdido la tradición, se recuperó en el año 2003 por el Proyecto 125 (comisión que organizó los festejos por el 125º aniversario de Colonia Caroya) y actualmente es organizado por el Grupo de Jóvenes Caroyenses Ducj Insieme.

Ariel Roggio

Periodista

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