Una familia de Colonia Caroya vivió una situación de inseguridad el fin de semana, que comenzó con el robo a un vehículo y que siguió en el domicilio.

Martín y su esposa fueron a cenar a la casa de unos amigos en calle 26 Sur, entre la Avenida San Martín y Don Bosco.

Pasado un tiempo, su hija, que quedó sola en la casa, llamó a Martín para decirle que habían intentado entrar a la casa, abriendo el portón automático. Cuando ella salió al frente, creyendo que era un padre, vio un vehículo utilitario blanco que huyó del lugar.

Martín fue hasta su casa y allí descubrió que no tenía el control del portón: se lo habían robado junto con otras pertenencias cuando dejó el auto estacionado en la calle 26.

Cree que los ladrones aprovecharon la información de la documentación que quedó en el interior del vehículo para ir a la casa, creyendo que no había nadie.