La Red Pro Vida Córdoba, que rechaza la ley de interrupción voluntaria del embarazo, busca visibilizar los problemas que sufren las mujeres que abortan. 

En una conferencia que tuvo lugar en Colonia Caroya, el grupo que acompaña a mujeres que abortaron o transitaron embarazos inesperados, defendió el derecho a la vida de la madre y del niño por nacer.

Los exponentes hicieron referencia a las secuelas que deja el aborto en una persona. Myriam Carloni dio su testimonio al respecto y relató los cambios que sufrió en su vida luego de interrumpir un embarazo, a pesar de que en aquel momento estuvo de acuerdo. 

Para Memé Moscoso, coordinadora del Portal de Belén, “el aborto siempre es evitable y cuando ocurre es una solución equívoca a una suma de dificultades que tiene la mujer en su vida y que la llevan a tomar esa decisión”.

La Red insiste en la contención hacia la madre para pueda llevar adelante su embarazo hasta el final y cuestionó la actitud prejuiciosa que suele tener la Iglesia frente a estos temas difíciles. 

Por su parte, el doctor Eduardo Cuvertino defendió la teoría de la vida y la identidad de una persona desde el momento de la concepción y señaló que “las cifras de muertes que se dan a conocer por abortos clandestinos son ridículas y no se asemejan a la realidad. En el país mueren más mujeres por desnutrición que por abortos”, señaló. 

Lo mismo sostuvo María Rosa Marcone, integrante de la Red, al referirse a las “mentiras abortistas” que se dicen en los medios y los intereses políticos que existen de por medio en la aprobación de la ley. “Nuestro trabajo es ir contra eso y permitir que todos puedan nacer. No queremos una sociedad abortista”, afirmó Marcone.