En Puesto Viejo hacen los primeros ensayos de cáñamo
En el barrio rural de Puesto Viejo están haciendo los primeros ensayos de producción de cáñamo industrial, un cultivo que tiene un historial de prohibiciones y que requiere de una importante inversión en seguridad.
Estas plantas de Cannabis -no son las que producen las flores de marihuana- tienen numerosos beneficios para la propia tierra y un potencial en diferentes usos, incluso en la construcción.
En Colonia Caroya, los primos D´olivo probaron con el cáñamo como cultivo de rotación, en un terreno de 15 has en los que están haciendo maíz blanco, zapallos y calabazas sin uso de productos fitosanitarios.
La particularidad de la pequeña parcela en la que cultivan el cáñamo es que está completamente cercada con un tejido perimetral y con cámaras de seguridad.
En la década de los ‘70, una empresa en Jáuregui, provincia de Buenos Aires, llegó a tener 400 has de cáñamo, hasta que empezaron los problemas: los vecinos confundían las plantas con las de cannabis psicoactivo y las robaban para fumar o sembrarlas.
Atrás de quienes querían fumarlas llegaban los militares, que hacían operativos especiales para desmontar las plantas, hasta que la empresa decidió no producir más y el cultivo quedó prohibido.
A partir de la ley que incentiva el desarrollo de proyectos privados de producción de estas dos especies (cannabis y cáñamo, una variedad específica con bajo contenido de THC) se están haciendo ensayos experimentales en diferentes puntos del país.
En Puesto Viejo, la situación sigue siendo parecida a la de hace 50 años atrás: en el primer año de trabajo, las cámaras filmaron a varias personas que saltaron el alambrado o hicieron boquetes en el tejido para robar plantas, aunque no sean las que realmente deseaban.
“Estamos experimentando para lograr una variedad y registrarla; nuestra idea es usarla como rotación porque compite muy bien con las malezas y con múltiples usos; por ahora usamos el tejido perimetral, pero cuando tengamos la aprobación del Instituto Nacional de Semillas será un cultivo con mayor superficie, sin seguridad, y creemos que no habrá robos”, contó el Ing. Agr. Agustín D´olivo.