Colonia Vicente Agüero inauguró una biblioteca y la bautizó "Olga de Carreño"

Regionales 20 de marzo de 2021 Por Ariel Roggio
Es en homenaje a quien impulsó la construcción de la Escuela Nacional 222 que actualmente lleva el mismo nombre del pueblo. El nuevo espacio fue gestionado por la Biblioteca La Bicicleta a través de CONABIP.
biblioteca San Duri

Ayer, la Biblioteca Popular La Bicicleta y la Comuna de Colonia Vicente Agüero inauguraron una biblioteca en el pueblo.

La gestión se hizo en agosto de 2020 ante la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (CONABIP) , desde el programa #PorMásLectores para intentar abrir una filial en San Durí.

El Jefe Comunal, Gustavo Ripeloni, les cedió un espacio para que las personas del pueblo y visitantes puedan tener un lugar para lectura y distracción y le impusieran el nombre “Maestra Olga Carreño”.

“Queríamos rendirle homenaje a alguien que nos identifique y, como es una biblioteca, buscamos el de una persona de las letras y la educación; esta docente fue una referente del pueblo en los años ’60; con su esposo, que también era docente, fue la mentora de la construcción del edificio actual de la escuela, ubicado frente a la plaza”, explicó Ripeloni.

El homenaje a una mujer a la que se rescató del olvido.

Doña Olga Carreño no se llamaba Olga ni era de apellido Carreño. La historia es muy curiosa e interesante.

Su nombre era Filomena Godoy Rojo. Era oriunda de San Luis y hermana del escritor y docente puntano “Polo” Godoy Rojo, quien se radicó en la ciudad de Córdoba en 1954, llegó a ser inspector de zona y se jubiló como miembro de la Junta de Clasificación.

Del mismo modo que muchos allegados de “Polo” no sabían que se llamaba Policarpo, Filomena, quien llevaba el nombre de su madre, siempre fue “Olga”. Inclusive para su familia.

El marido de “Doña Olga” era Raúl Díaz Carreño y de ahí le viene el apellido con el cual la conocieron en el pueblo.

Por cuestiones políticas, ella y su obra comunitaria fueron invisibilizadas.

Olga y su marido eran muy peronistas y su ideología terminó siendo un estigma.

Olga y Raúl eran muy amigos de dos próceres de la radiofonía de Córdoba: Norma Landi y Ricardo Sandoval.

Estos locutores habían empezado en LV3 Radio Córdoba y más tarde fueron contratados por LV2, que en 1955, luego del golpe de estado a Juan Domingo Perón que pasó a la historia como Revolución Libertadora, se llamó La Voz de la Libertad. 

Para el matrimonio de maestros, la amistad era más importante que la ideología y su objetivo estaba por sobre toda diferencia: querían hacerle un edificio a la escuela donde daban clases. 

Norma Landi conducía un programa muy popular –“Ventana al hogar”- y Ricardo Sandoval era el principal difusor del folklore nacional en tiempos en que éste estaba en auge. Su programa se llamaba “Sentir lo argentino”.

Olga y Raúl les propusieron a los locutores organizar eventos para levantar el edificio de la escuela y ellos accedieron, pero fue Sandoval quien puso manos a la obra: empezaron a realizar peñas y festivales con artistas que por entonces estaban iniciando su camino y actuaban sin cobrar un centavo.

Entre otros, llegaron Los del Suquía, Aldo Monges y Daniel Toro.

También Jorge Cafrune prometió visitar Colonia Vicente Agüero, pero a último momento se complicó su agenda por compromisos de su sello discográfico y debió suspender el viaje.

No obstante, hizo una importante donación de dinero a la Cooperadora para resarcirla por su “incumplimiento de la palabra empeñada”.

Con las recaudaciones obtenidas pudieron empezar la obra y la Escuela Nacional 222 de Colonia Vicente Agüero se llamó “Sentir lo argentino”, en agradecimiento a la ayuda de Ricardo Sandoval.

Cuando las escuelas nacionales pasaron a depender del Gobierno de la Provincia, le cambiaron el nombre y se “borró” esa parte tan sustancial de su historia. 

Ahora, su principal protagonista recibió el homenaje merecido que la rescata del olvido.

A la biblioteca tiene su nombre, en el Mes de la Mujer.

Fuente: Diario El Despertador.

Ariel Roggio

Periodista

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