La EFA cumple hoy 50 años

Colonia Caroya 18 de marzo de 2023 Por Ariel Roggio
La institución educativa de nivel medio fue creada el 18 de marzo de 1973 desde la iniciativa de padres y referentes políticos de la región para incentivar que los hijos de los productores puedan estudiar.
efa

Iniciada la década del 70, la necesidad de un grupo de padres de Colonia Caroya y la zona, junto al empuje visionario del sacerdote Marcos Perdía, lograron germinar una idea que hoy celebra sus bodas de oro: la Escuela de la Familia Agrícola.

Aquel 18 de marzo de 1973 tomaba forma y recibía a sus primeros alumnos un espacio en el predio de la iglesia del Lote 11, hoy “Nuestra Señora del Santísimo Rosario”. 

Esa novedosa experiencia educativa para la región fue pensada con la finalidad de ofrecer una alternativa de estudio a los jóvenes de las zonas rurales, propiciar el arraigo, valorar la cultura campesina y, fundamentalmente, generar un espacio educativo inclusivo y de conocimiento para ayudar al desarrollo insipiente de toda su población.

En consecuencia, el Padre Perdía organizó un grupo de padres creando una comisión directiva, con el propósito de concretar un sistema de alternancia, buscando una lógica propia y un estilo para orientar las prácticas y formar a los jóvenes en el plano técnico-educativo para que al volver a sus hogares pudieran aplicar, reforzar y practicar lo aprendido.

A fines de 1979 la sede educativa se traslada a la ubicación que tiene actualmente en el Lote 44 C, en la zona rural de Puesto Viejo, en una pequeña casona donada por doña Amada Denardi de Cadamuro.

Este es otro momento re-fundante, pues iniciado el ciclo lectivo de 1980 con ayuda de muchas familias del lugar y el trabajo arduo de los profesores, logrando transformar una vieja casona en una escuela y en un hogar para todos los estudiantes que vivían en el internado.

Ese mismo año se inicia el proceso de incorporación de estudiantes mujeres y residentes en la ciudad de Colonia Caroya, abriendo una nueva etapa para la proyección y aumentando la diversidad cultural y social del alumnado. El nuevo siglo trajo cambios en el ámbito educativo y se abandona la titulación de Técnicos Frutihortícolas para pasar a ser “Bachiller en Agro y Ambiente”, que permite enfocar la formación a las posibilidades de desarrollo, proyección vocacional y vida laboral.

Esta fue la primera comisión:

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La escuela mantiene el sistema de alternancia dónde cada siete días -eran 15 en sus inicios- se cruzan los alumnos de distintos ciclos. Primer y segundo año tienen clases una semana y a la siguiente vuelven a sus hogares, donde continúan sus procesos formativos. En tanto, de tercer a sexto año lo hacen de la misma manera, cruzados con los anteriores.

Así también, los alumnos que no son de la ciudad, mientras tienen su semana de clases, forman parte del internado en instalaciones totalmente equipadas y acondicionadas en la que se destaca el nivel de convivencia y respeto a las normas establecidas.

“La formación del bachiller agro y ambiente requiere una atención particular entre el contenido y la práctica. Así fue como hace más de una década se crea una fábrica de dulces y conservas y, también, en 2019 pusimos en marcha un vivero agro forestal. Ambos espacios son el lugar inmejorable para que nuestros alumnos puedan aplicar y practicar sobre diversas materias”, dijo el Director Eduardo Riera.

Cabe destacar que la fábrica hace unos meses logró la habilitación nacional para sus productos, que son comercializados de manera local y en otras provincias. Mientras que el vivero, que se gestiona en conjunto con la Sociedad Rural de Jesús María y la Municipalidad de Colonia Caroya, ya destina más de 40 especies arbóreas y otras plantas para planes forestales y diferentes acciones de plantación.

Otra acción que desarrolla la Escuela y no deja de sorprender, ayudando a los alumnos y sus familias para concretarlos, son los viajes educativos y culturales para cada división todos los años. Pero, más admirable aún es el denominado “viaje recreativo de fin de año” para los estudiantes de los cursos superiores que finalizaron el ciclo lectivo meritoriamente, superando un promedio establecido para sus calificaciones y sin tener asignaturas pendientes, que tiene como destino puntos turísticos del país y en algunas ocasiones el extranjero.

En tanto, ya en la finalización de la formación, los egresados con mejores promedios acceden a un sistema de becas, mediante un convenio con la Universidad Católica de Córdoba, para continuar su formación en esa prestigiosa casa de altos estudios.

Ariel Roggio

Periodista

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