¡Nadie pasa de esta esquina, aquí mandan las... calandrias!

Muchos vecinos de Colonia Caroya que caminaron por plaza Nicolás Avellaneda en estos últimos días fueron "atacados" por un ave.
La mayoría se dio un gran susto y otros hasta pensaron que alguien les tiraba piedras en la cabeza.
En realidad, se trata de calandrias que tienen su nido en uno de los arbustos de la plaza Nicolás Avellaneda, en la esquina de Pedro Patat y Don Bosco.
No se ve a simple vista, pero las aves están custodiándolo permanentemente.
A quienes caminan cerca lo consideran como una amenaza para sus huevos, por eso vuelan hasta el objetivo y les dan un "aletazo" en la cabeza en señal de defensa.
La calandria es un pájaro de tamaño pequeño alcanza a medir entre 25 y 27 centímetros aproximadamente y su peso oscila entre los 80 gramos, de aspecto un tanto robusto.
Su pecho y vientre son de color blanco, la parte superior de la calandria común es de un tono ocráceo, las alas y la cola de esta especie son oscuras y tienen un borde claro, la cola de esta ave es larga y cuando esta en descanso la mantiene elevada y cuando esta en pleno vuelo la extiende.
Durante la época de celo, comienza el cortejo por parte del macho el cual consiste en que el macho emite su lindo canto la mayor parte del día y así llamar la atención de la hembra. Cuando lo logra, él hace una danza nupcial que consiste en planear lentamente en una posición oblicua.
Luego de este proceso, surge el apareamiento que por lo general ocurre en las épocas de primavera y verano.
Es un ave que cuida su territorio y en un espacio público como la plaza, donde transita mucha gente, quedó evidenciado.