La corta historia de Felipe tiene dos grandes mensajes: uno de fe y el otro de advertencia para las autoridades.

A 20 días de su nacimiento, y con el bebé en una muestra de mejoría propia de un milagro de Dios, la mamá Nadin Anife se mostró predispuesta a hablar con nuestro medio.

Felipe nació el 22 de junio en la Clínica Jesús María tras ocho meses de gestación.

Apenas salió del vientre de su mamá, necesitó ayuda para poder respirar. Inmediatamente las enfermeras llamaron a la obra social para pedir la ambulancia que debía llegar desde Córdoba.

Es que en nuestra zona no hay servicio de neonatología ni una unidad equipada para estos casos.

La ambulancia tardó seis horas en llegar a la Clínica y llegó a las 3:30 de la madrugada del día siguiente al Hospital Italiano, casi sin signos vitales.

En el nosocomio cordobés lo salvaron de un paro cardio-respiratorio que sufrió tres días después con el mensaje de que ya no había esperanzas.

Sin embargo, Felipe se mantuvo estable y pronto empezó a evolucionar hasta que hoy le sacaron el oxígeno y puso respirar por su propia cuenta.

Nadin pudo alzar en brazos a su tercer hijo 15 días después del nacimiento.

Con el alivio del milagro concretado, se refirió duramente al sistema de salud de nuestra zona, contando casos similares de hace más de 15 años y que hoy se repiten.

"Si hay plata para hacer obras, ¿cómo no va a haber para pedir una ambulancia? Hay pueblos que no tienen ni hospital, pero tienen dos o tres ambulancias listas para urgencias. Esa misma noche le pasó algo parecido a una mamá de la localidad de Balnearia, que está a 250 km de Córdoba. Ella llegó antes al Hospital que nosotros, que estamos a 50 km", nos contó.